Este proyecto de interiorismo para restaurante se articula a partir de una paleta cálida y natural, donde los tonos verdes, terracota y rosados dialogan con revestimientos cerámicos y superficies continuas y vegetación. La organización del espacio mediante cortinas móviles busca claridad y fluidez, combinando zonas abiertas con rincones más recogidos que favorecen una experiencia cómoda y relajada.
La sala principal se define por un ritmo de arcos y pilares revestidos, que aportan carácter y orden visual. El mobiliario combina mesas de líneas sencillas con sillas tapizadas y acabados suaves, mientras que la iluminación suspendida, con luminarias de fibras y flecos, genera una luz ambiental cálida que acompaña sin imponerse.
La terraza amplía el interior hacia el exterior mediante la barra creando una atmósfera fresca y vegetal. Sombrillas retro respetando la paleta de colores, bancos curvos, mesas redondas y sillas de inspiración clásica se integran entre jardineras generosas, creando un entorno agradable y dinámico, protegido por una estructura ligera que tamiza la luz natural.
Los espacios de servicio mantienen la misma coherencia estética, con especial atención al detalle en materiales, color y diseño. El conjunto transmite una sensación de cuidado y equilibrio, pensada para que cada estancia resulte cercana, funcional y agradable de habitar.







